A pesar de todas las dudas vertidas sobre el sector financiero español, las emisiones de renta fija realizadas por los principales bancos y cajas en la última semana han contado con el apoyo de los inversores internacionales, convertidos en los principales demandantes de los títulos.
La primera entidad en salir esta semana al mercado fue La Caixa. La primera caja de España colocó el lunes 1.000 millones de euros en cédulas a seis años aprovechando “el interés de los mercados por emisiones de entidades con alta calidad crediticia”.
La emisión, fijada a un precio de 90 puntos sobre el ‘midswap’ y que generó una demanda de 1.300 millones de euros, fue colocada en un 64% entre inversores internacionales de Alemania, Francia y Reino Unido. La entidad catalana señaló además que entre los inversores destacaron bancos, fondos de inversión, compañías de seguros y fondos de pensiones.
También Banco Popular completó ayer con éxito una nueva emisión de cédulas hipotecarias, por un importe total de 1.000 millones de euros a un plazo de ocho años. Según ha destacado la entidad en un comunicado, la emisión confirma el “respaldo de los mercados de capitales” al Popular, con una respuesta muy positiva de los inversores internacionales, que aglutinaron el 57% de la demanda. Según la entidad presidida por Ángel Ron, destacaron las órdenes de Alemania, Reino Unido y Francia con un 46% del total. Entre los inversores de otros países estuvieron presentes nacionalidades como EEUU, Holanda o incluso Corea.
En términos de condiciones, la emisión presentó un diferencial de 115 puntos básicos sobre el ‘midswap’ y cuenta con la calificación crediticia de Aaa y AAA por las agencias de rating Moody’s y Fitch respectivamente. Aunque el tipo de interés es ligeramente más alto que el que en los últimos días han pagado entidades como La Caixa o el Santander, este fenómeno se explica por el hecho de que se trata de la oferta pública de cédulas hipotecarias emitidas en España a un plazo más largo desde el inicio de la crisis en septiembre de 2007, de acuerdo con las recomendaciones de los reguladores internacionales de buscar financiación a plazos más largos.
La última entidad en salir al mercado es BBVA, que culminó hoy una emisión de cédulas territoriales por 2.000 millones de euros a un plazo de tres años y medio, y a un precio de 57 puntos básicos sobre el midswap. La operación recibió demanda por un total de 3.000 millones de euros, sobre todo extranjera (2.500 millones de euros), y se saldó en un tiempo récord, obligando a cerrar el libro de órdenes tan sólo dos horas después de su apertura. Concretamente, suscribieron las cédulas territoriales un total de 125 inversores institucionales, como fondos de inversión y de pensiones, bancos centrales y aseguradoras. La emisión se ha colocado fundamentalmente en el mercado europeo (85%), sobre todo en Francia (35%), Alemania (25%), España (15%), Reino Unido (15%), e Italia (5%).
La semana pasada, el Banco Santander volvió a salir al mercado de capitales con una emisión de cédulas hipotecarias con vencimiento a siete años por importe de 1.000 millones de euros. El precio final de los títulos se fijó en 77 puntos básicos sobre el ‘midswap’.