Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander, ha abogado por una regulación más estricta en el sistema financiero mundial, que incluya mayores requisitos de capital y la necesidad de que los bancos tengan sus “testamentos” preparados ante una posible quiebra.
En ese sentido, Sáenz ha señalado que el gigante bancario español se ha convertido en “el primer banco del mundo” en establecer la fórmula para liquidar sus activos en caso de ir a la bancarrota. Este texto funciona como un testamento en el que se explica al regulador competente la fórmula legal y societaria para liquidar sus activos de una forma ordenada. “Ahora, tenemos que refinar el testamento con el Banco de España. Además, el supervisor español debe compartir el análisis del documento con los reguladores de otros países donde operamos, como Reino Unido y Brasil”, ha señalado Sáenz durante su intervención ante el Parlamento británico, en la que ha defendido que el establecimiento de estos regímenes de liquidación por todos los bancos es una de las claves de un futuro sistema financiero con menos riesgos.
El consejero delegado del Santander ha comparecido hoy ante el Comité del Tesoro de la Cámara de los Comunes después de que otros banqueros también lo hicieran en los últimos días como parte de una investigación del comité sobre la importancia de las instituciones financieras. El Santander, que es el segundo mayor banco de Europa después del HSBC, es una de las entidades que mejor han resistido la crisis financiera mundial gracias a su diversificación y su modelo de banca minorista.
En ese sentido, Sáenz, aunque a favor de unos requisitos más estrictos de capital, ha pedido a los reguladores que se aseguren de que los bancos que mejor han capeado la crisis no aparezcan en “desventaja” frente a sus rivales que han recibido ayudas públicas. “Los reguladores deben garantizar la equidad a los bancos que mejor han capeado la crisis”, ha defendido. El directivo español ha puesto como modelo a seguir para la banca el iniciado por el Santander, en el que ha hecho hincapié en cuatro elementos especialmente. Por este orden, “una buena base de capital”, “una buena gestión del riesgo”, un aspecto que destacó como pilar, “el sistema de subsidiarias” y “planes de contingencia”.
Al referirse al mercado bancario británico, Sáenz ha señalado que es «”extremadamente” competitivo, no sólo en cuanto al número de bancos sino a su comportamiento, ya que hay una fuerte actividad de los asesores financieros independientes. Cuando el Santander compró Abbey en el Reino Unido en 2004, el 80% de las hipotecas concedidas eran a través de los asesores financieros independientes, según ha recordado.