A pesar de esta caída, los beneficios fueron más altos de lo esperado por los analistas. El beneficio del Commerzbank se redujo tres cuartas partes en 2016, hasta situarse en los 279 millones de euros (298 millones de dólares), desde los casi 1.100 millones de euros registrados el año anterior, según informó hoy el segundo mayor banco de Alemania.
Sin embargo, a pesar de esta caída, los beneficios fueron más altos de lo esperado por los analistas. La razón principal de este retroceso fue la anunciada amortización de 627 millones de euros por la prevista reducción de personal dentro del nuevo plan estratégico del banco, así como una provisión de riesgos más elevada como consecuencia de los problemas en los mercados navieros.
«En 2016 logramos un resultado sólido y mejoramos aún más nuestra cuota de capital», declaró el presidente del consejo de dirección del banco, Martin Zielke, al hacer balance del pasado año. «Sin embargo, no podemos estar aún contentos con la calidad del resultado», agregó.
Para este año no espera una gran subida del beneficio. «También en 2017 habrá efectos especiales. Pero una cosa está clara y es que 2017 y 2018 estarán marcados por la restructuración que estamos llevando a cabo y que tendrá naturalmente efecto en los resultados», apuntó Zielke.
El negocio de los clientes privados y pequeñas empresas se alzó una vez más como principal apoyo del banco. El resultado operativo en este sector subió en un año un tres por cierto, hasta los casi 1.100 millones de euros.
El banco ganó en Alemania 321.000 nuevos clientes y concedió más créditos. Además, mantiene el objetivo de lograr dos millones de nuevos clientes hasta 2020. Desde el inicio de la ofensiva a finales de 2012 creció el número de clientes privados en 1,1 millones.
«También queremos crecer en el negocio con las empresas y lograr hasta finales de año 3.500 nuevos clientes», declaró Zielke.
El pasado año, el negocio con las grandes empresas se debilitó. El resultado operativo cayó casi una cuarta parte, hasta unos 1.300 millones de euros. El ancla estabilizadora fueron las empresas medianas y los grandes clientes alemanes.
«Queremos hacer del Commerzbank un banco fuertemente competitivo en Alemania hasta el año 2020», declaró Zielke. «Trabajamos paso a paso en los objetivos que nos hemos marcado», apuntó.
Dentro de la restructuración, la entidad quiere llevar a cabo una reducción de 9.600 puestos de trabajo de los cerca de 45.000 empleados a tiempo completo hasta el año 2020. Sin embargo, al mismo tiempo el banco quiere crear 2.300 nuevos puestos de trabajo en las divisiones internas y en el extranjero, lo que significa al final una supresión neta de 7.300 empleos.
Zielke quiere que el banco sea independiente de las oscilaciones en los mercados de capitales. En este sentido, el banco logró elevar en tres meses su cuota de capital -que mide la resistencia de un banco en tiempos difíciles- de un 11,8 por ciento al 12,3 por ciento. Este año deberá mantenerse estable en al menos un 12 por ciento.
El problema sigue siendo los créditos del sector naviero. El Commerzbank elevó su provisión el pasado año para hacer frente a posibles créditos impagados de este sector hasta los casi 600 millones de euros. La provisión de riesgos total de la entidad el pasado año fue de 900 millones de euros.
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