Los precios de consumo encadenan dos meses a la baja, según los datos publicados este viernes por el INE. Los precios a los consumidores cayeron en febrero un 0,8% respecto al mismo mes del año anterior, encadenan dos meses en negativo, según los datos publicados esta mañana por el INE. Como en enero, el descenso se debe principalmente al abaratamiento de los carburantes y combustibles y el conjunto de los productos energéticos, cuyo precio descendió un 14,2% y un 14,1%, respectivamente, en tasa interanual.
Esto derivó en una bajada de los precios relacionados con el transporte, con una tasa interanual del -4,7%, así como de los costes asociados a la vivienda, entre los que se incluye la electricidad, que descendieron un 6,3% respecto a febrero de 2015.
En tasa mensual, es decir, respecto a enero, el IPC de febrero fue del -0,4%. En este caso, además de los grupos anteriores, también tuvieron un impacto negativo en el índice los precios de los alimentos, especialmente el pescado.
Mayor es aún la caída del IPC armonizado (IPC), pues la tasa de variación anual se sitúa en el -1%, seis décimas por debajo de la registrada el mes anterior.
Una muestra del impacto de la energía y los alimentos en el hundimiento del IPC es que la tasa anual de la inflación subyacente, en la que no se tienen en cuenta estas dos categorías, aumenta una décima hasta el 1%.
Ante la presión de la deflación, el Gobierno en funciones ha querido restar importancia al dato conocido hoy. En este sentido se ha pronunciado el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, que valorado la caída de los precios en España como positiva, pues, en su opinión, no refleja una caída del consumo, sino una mejora del poder adquisitivo de los hogares y una mejora en la competitividad de las empresas.
Además, ha subrayado que la cifra negativa se explica por el descenso de los precios de la energía, la electricidad y los carburantes.
Fernández de Mesa, espera, sin embargo, que la inflación vuelva a terreno positivo, aunque no ha especificado cuándo, pues, a su juicio, la volatilidad de determinadas categorías hace muy difícil realizar una previsión para los próximos meses.