CRISTÓBAL MONTORO

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CRISTÓBAL MONTORO

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda

El Ministerio de Hacienda recaudará cerca de 188 millones de euros gracias al Sorteo de la Lotería de Navidad. Este año, el eslogan de la campaña de la Lotería de Navidad es “El mayor premio es compartirlo”, algo de lo que ningún ciudadano agraciado podrá escapar, pues tendrá que compartirlo con Hacienda obligatoriamente, ya que desde hace tres años los premios superiores a 2.500 euros están gravados al 20%.

De este modo, según calculan los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), las arcas públicas se verían recompensadas con 188,3 millones de euros si se vendieran todos los décimos premiados. En total, Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) repartirá 2.240 millones de euros en premios este año si consigue comercializar todos los boletos.

En este contexto, no debemos olvidar que el Sorteo de Navidad ostenta el liderato absoluto de las ventas anuales de Loterías, representando el 29% del total de la recaudación del organismo público, que es precisamente en esta época navideña cuando hace su particular ‘agosto’.

Los Técnicos de Hacienda recuerdan que Loterías realiza directamente la retención de estos premios, por lo que los agraciados recibirán el importe de los mismos con el impuesto ya descontado y solo tendrán que tributar a Hacienda por los rendimientos que les genere, como intereses bancarios o el Impuesto de Patrimonio.

Ahora bien, la cuantía del premio se integra directamente en la declaración de la renta, pero no se incluirá en la base imponible del IRPF, por lo que no afecta a la progresividad ni se verán afectados a la hora de pedir becas, prestaciones de asistencia o cualquier otra ayuda pública que dependa de los ingresos y no del patrimonio.

Compartir el premio es compartir tributación

Por otro lado, Gestha explica que los agraciados que compartan un premio que exceda de los 2.500 euros también tendrán que darle a Hacienda el 20% de su participación, aunque ésta sea inferior a esta cifra, pues el impuesto se exige al premio, independientemente de cómo y cuánto esté participado.

En cambio, si una persona que obtiene un premio importante quiere regalar un pellizco a familiares o amigos, las arcas públicas se verán doblemente ‘premiadas’ pues el beneficiario de la donación deberá tributar por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

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