La banca vuelve a refugiarse en la hucha del BCE pese al ‘peaje’ de Draghi

Finanzas

La banca vuelve a refugiarse en la hucha del BCE pese al ‘peaje’ de Draghi

Mario Dragui, presidente del Banco Central Europeo

Draghi estudia dar otra vuelta de tuerca a la facilidad de depósitos después de que los bancos hayan multiplicado por seis el uso de la hucha del BCE en el último año. En junio de 2014, el Banco Central Europeo (BCE) empezó a cobrar a los bancos un interés por el dinero que depositaban en su ‘hucha’, con el objetivo de que comenzaran a ponerlo en circulación. En un primer momento la medida tuvo un efecto espectacular, pero poco a poco el difícil contexto internacional (primero Grecia, luego China) llevó a las entidades a optar por la prudencia y resignarse a pagar este tipo antes que arriesgar un crédito. Una situación que pretende zanjar Mario Draghi, que ya ha avisado de que en la reunión de diciembre podría volver a encarecer el coste de los depósitos.

Durante su comparecencia el pasado jueves tras la reunión del Consejo de Gobierno, Draghi anunció que ha estudiado la posibilidad de encarecer aún más la tasa de depósitos, actualmente en el -0,20%: “Se ha discutido una mayor bajada de la tasa de depósito”, reconoció el presidente del BCE. Si bien no quiso hacer ninguna estimación, los analistas de Goldman Sachs señalan que podría colocarse en el -0,50% si el euro sigue fortaleciéndose de aquí a las próximas seis semanas. Más prudente es Credit Suisse, que cree que los tipos podrían situarse en el -0,30%.

La idea del BCE es que cuanto más dinero cobre a los bancos, más incentivos tendrán estos para prestar el dinero a empresas y familias en vez de guardarlo en su ‘hucha’. No obstante, existe el riesgo de que las entidades comiencen a trasladar estos costes a los depósitos de sus propios clientes, algo que ya el año pasado comenzó a hacer el alemán Commerzbank.

Los tipos negativos en la facilidad de depósitos no han apartado de momento a los bancos de hacer uso de este instrumento. Según las últimas cifras publicadas por el Banco de España, correspondientes a septiembre, las entidades del Viejo Continente tenían depositados en la hucha del BCE 148.396 millones de euros. Aunque la cifra supone un descenso de unos 4.000 millones respecto a agosto, al mismo tiempo multiplica por seis los 24.191 millones de septiembre de 2014. La razón, las continuas incertidumbres que han acechado a los mercados en el último año, primero ante la posibilidad de que Grecia abandonase el euro, y después por las turbulencias ocasionadas por la crisis china.

Al mismo tiempo, la batería de medidas del BCE apenas se está traduciendo en una mejora de las condiciones de crédito. De acuerdo con la última encuesta de préstamos bancarios que elabora la institución (entre julio y septiembre), se produjo una mejora para las empresas, pero estuvo protagonizada casi en su totalidad por las entidades italianas, donde un 38% de bancos reportó un menor endurecimiento de los estándares, mientras en España, Alemania, Países Bajos y Francia no se registraron cambios. Además, los créditos para los hogares en los préstamos hipotecarios volvieron a endurecerse.

El BCE empezó a aplicar un interés negativo a su facilidad de depósito en junio de 2014, cuando rebajó la tasa, que permanecía a cero desde julio de 2012, hasta el -0,10%, posteriormente ampliado hasta el -0,20%. En marzo de 2012 la facilidad de depósito del BCE llegó a alcanzar un récord de 827.534 millones de euros después de la segunda mega inyección de liquidez de la institución.

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