Botín pide unidad para defender el rating español

Economía

Botín pide unidad para defender el rating español

El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido hoy, a través de unas escuetas declaraciones enviadas a los medios de comunicación, un “esfuerzo conjunto del sector público y privado para mantener el rating de España”, después de que ayer S&P rebajase la perspectiva del país a “negativa”. Esta intervención pública de un hombre que dosifica sus apariciones ha sacudido a la comunidad financiera internacional.

Las declaraciones de Botín se produjeron poco antes del acto institucional del presidente del Gobierno en el que presentó las ‘Perspectivas Económicas 2009’ de España, ante un destacado grupo de empresarios, entre los que se encontraban el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y otros como Florentino Pérez o Antonio Brufau. José Luis Rodríguez Zapatero repitió el mensaje de Botín.

El banquero ha expresado su confianza en que, de darse este esfuerzo, “se cumplan los objetivos marcados por Europa”, dentro del Pacto de Estabilidad propiciado por el Tratado de Maastricht. El presidente del Banco Santander ha recordado no obstante que si bien la deuda española “ha crecido de manera importante” en los últimos meses, España “parte de un nivel de endeudamiento mucho más bajo que otros países”.

Botín ha salido así al paso de la rebaja de la perspectiva de calificación de la deuda soberana española realizada ayer por Standard & Poor’s (S&P). El cambio se debe a las expectativas de un crecimiento del PIB significativamente más bajo y a la persistencia de déficit fiscales elevados a medio plazo, así como por la falta de medidas por parte del Gobierno. Otra de las claves es la velocidad del deterioro de las cuentas públicas. S&P es la misma agencia que rebajó el rating de España en enero de este mismo año quitándole la ‘Triple A’. Actualmente la deuda soberana española mantiene una calificación de ‘AA+’. En todo caso, las otras dos grandes agencias (Fitch y Moody’s) mantienen la máxima calificación a la deuda soberana de España: Triple A.

Los mercados financieros recobran la tranquilidad. Quizá la combinación de las declaraciones de Zapatero y las del presidente del Banco Santander ha contribuido a que la tranquilidad volviera hoy al mercado español,.
El Ibex registraba al cierre un subida del 0,4%, algo inferior a la media de las principales plazas europeas y de EEUU, pero que alejaba el fantasma desencadenado ayer cuando el mercado madrileño vivió su ‘minicrisis’ propia. Antes sin embargo ya se habían producido otros signos de normalidad.

En el mercado secundario de renta fija, el diferencial de rentabilidad del bono español a diez años frente a su homólogo alemán se situaba en 70 puntos básicos, muy lejos de los 200 puntos que marcaba la deuda soberana griega, a la que Fitch ha bajado el rating hasta BBB+’.

La rentabilidad de la deuda de EEUU, en cifras de junio de 2008
Los problemas riesgos de impagos de la deuda griega ha calentado una crisis global del riesgo soberano desde el inicio de esta semana, casi convencidos de que Grecia puede protagonizar la primera quiebra de un Estado integrado en la moneda única.

En este escenario poco propicio para la colocación de deuda, la agenda del Tesoro de EEUU exigía ayer miércoles por la tarde una subasta de bonos, que encontró cierta resistencia. La subasta se saldó con una rentabilidad del 3,715% de tipo de interés, la más alta desde junio de 2008.

En cualquier caso, el precio de estos bonos, con un plazo de vencimiento de diez años, cotiza ahora mismo en los mercados secundarios a un 106,065%. Según los expertos, existe una gran demanda por parte de los bancos, que aprovechan el ‘dinero barato’ de la Reserva Federal, que proporciona liquidez al sistema financiero a un tipo del 0,1%.

El Banco de Inglaterra también ha decidido mantener la ‘barra libre’ de liquidez a la banca del país. El banco central ha dejado sin cambios en los tipos de interés, del 0,5%, ni en su programa de compra de deuda. La decisión de elevar el importe de este programa a 200.000 millones de libras provocó la división en el seno de la institución. Suiza también ha optado por no hacer cambios.

Algunos observadores explicaban hoy que el hecho de que Reino Unido sea la sede de algunas de las principales publicaciones económicas mundiales, como The Economist y Financial Times, podría ser la explicación por la cual un país cuyo cuadro macroeconómico está devastado y sus principales bancos han sido nacionalizados ante el inminente riesgo de bancarrota, no aparezca nunca como uno de los Estados más debilitados por la crisis financiera internacional.

El Tesoro español celebra una subasta tranquila. El escenario tampoco era el más idóneo para que tuviese lugar hoy la subasta de obligaciones por parte del Tesoro Público español, que finalmente logró adjudicar, a pesar de la situación, 2.087 millones de euros en la subasta de obligaciones a diez años en la que elevó levemente el interés marginal hasta el 3,896% frente al 3,880% de la anterior subasta.

El objetivo máximo de colocación previsto era de 3.000 millones de euros. La demanda ha cubierto 2,1 veces la oferta, ligeramente por debajo de las 2,16 veces de la anterior subasta.

Los expertos internacionales califican esta colocación por parte de España como “sustancialmente positiva”, teniendo en cuenta la situación del país y del continente europeo en general.

La canciller Alemana, Angela Merkel también intentó hoy tranquilizar a los mercados al asegurar que todos los Estados de la zona del euro se verían afectados por un posible fallo de cualquier miembro en el cumplimiento de sus obligaciones crediticias y que cualquier respuesta tendría que ser global. El todavía comisario de Asuntos Económicos de la CE, Joaquín Almunia, ha hecho unas declaraciones en el mismo sentido con un matiz adicional en el que indicaba que el castigo con España era excesivo por las múltiples diferencias que existe entre España y la deuda soberana de Grecia.

Según las cifras publicadas por la OCDE, el ratio de deuda español sobre el Producto Interior Bruto (PIB) se situó al cierre de 2008 en el 39,5%, muy por debajo de países tales como Italia (105,80%) o incluso Alemania (68%) o Francia (65,90%). El Pacto de Estabilidad sitúa el límite en el 60%.
Si bien España sobrepasará este límite en los próximos dos años para financiar las medidas de estímulo económico y la reestructuración del sector financiero, no será el único país en endeudarse para salir de la crisis. Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, ya reconoció el pasado mes de noviembre que la deuda pública de la UE alcanzará cerca del 84% del PIB en 2011.

Las agencias de rating, de nuevo en entredicho.

Estas cifras no parecen haber tranquilizado a los expertos de S&P, que ven un futuro muy distinto por la debilidad económica española. Sus advertencias han sentado mal en algunos ambientes. Y eso que la crisis financiera internacional ha puesto en entredicho la reputación y la independencia de las agencias de rating.

S&P, Fitch y Moody’s concedieron la máxima calificación crediticia a la deuda de empresas que atravesaban por una delicada situación financiera y que poco después quebraron, como Lehman Brothers. Gracias a ello, los bonos fueron adquiridos con total confianza por entidades y fondos de pensiones y de inversión de todo el mundo que ahora sufren las consecuencias.

Pero a pesar de sus meteduras de pata siguen siendo todopoderosas y las promesas de los diferentes Gobiernos para reforzar su credibilidad e independencia ha quedado en suspenso, ante las dificultades para encontrar un sistema más eficiente. Aunque tal vez, también tengan que ver las presiones de algunos grupos de poder. ¿Quién está detrás de las agencias de rating?

Algunos observadores han recordado que S&P pertenece a McGraw Hill, una poderosa firma asentada entre los lobbies republicanos de EEUU. Entre los dueños de estas compañías también figuran algunos de los hombres más ricos del planeta. Es el caso de Moody’s, cuyo mayor accionista es el multimillonario inversor Warren Buffet. En concreto, el Oráculo de Omaha posee un 20% del capital de esta agencia de calificación. Otra de las grandes firmas de rating, Fitch, es propiedad del magnate francés Ladriet Lacharriére. Así, no es extraño que esta agencia haya entrado en algunas ocasiones en conflicto con las dos anteriores por los diferentes intereses que las mueven.

Los hedges fund sacan partido de la tormenta sobre la deuda española.

Pero las agencias de rating también tienen partidarios. Según asegura la agencia Dow Jones, algunos hedge funds, entre ellos Balestra Capital Ltd., Hayman Capital Partners LP, North Asset Management LLP and Pivot Capital Management Ltd, se han hecho de oro en los últimos días gracias a las apuestas bajistas que habían formulado sobre la deuda soberana de los países bautizados por la prensa internacional como ‘PIIGS’ (Portugal, Italia, Grecia, España e Irlanda) y que hasta ahora, les habían provocado perdidas multimillonarias.

De hecho, estos hedge funds son los que mejor comportamiento han mostrado en las últimas semanas. Hayman Capital, propiedad del inversor Kyle Bass, ha perdido este año 650 millones de dólares. Otros como Balestra Capital sólo han incrementado sus ingresos en 2009 un 5%, frente a la media del 20% del sector.

Pero en lugar de hacer efectivas sus ganancias, estos inversores están ampliando sus apuestas, convencidos de que la deuda soberana de estos países tendrá más problemas durante el próximo año. “Pensamos que Europa tiene problemas que aún no han salido a la luz y tendrán que hacerlo”, asegura Carl George, un gerente de Pivot Capital en declaraciones a la agencia estadounidense. “Hay un montón de cuestiones que deben resolverse.

El déficit presupuestario de los Estados sigue siendo demasiado elevado”, añade. Este año ha sido complicado para Pivot Capital, pero en los últimos meses han comenzado a ganar dinero gracias a sus apuestas con credit default swaps en bonos soberanos (derivados que se contratan para asegurar las inversiones en deuda). Este fondo obtiene una rentabilidad del 5% en el año.

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