El gigante chino Anbang da marcha atrás en su puja por el portugués Novo Banco

Sector financiero

El gigante chino Anbang da marcha atrás en su puja por el portugués Novo Banco

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El banco central luso ya ha llamado a la mesa de conversaciones a los estadounidenses del fondo Apollo, segundos para la adjudicación del antiguo Espírito Santo. El acuerdo que los mercados daban por cerrado no se produjo. La gigante aseguradora china Anbang decidió apearse de la carrera por Novo Banco en la recta final de las conversaciones con el banco central portugués. Los representantes del asiático rechazaron el borrador propuesto a última hora, con lo que dejan en el aire una operación determinante para el saneamiento del sector financiero del país vecino.

Aunque el supervisor luso no ha dado nombres en ningún momento, tanto la prensa local como las grandes agencias financieras internacionales dan por hecho que el comprador a la escapada es Anbang. En el comunicado en el que se reconoce el fracaso de las conversaciones mantenidas hasta la fecha, se anuncia que ahora se llamará a la mesa de diálogo al que quedó segundo en la ronda inicial de presentación de ofertas.

El nuevo escenario que queda para el heredero de los activos de mejor calidad del otrora gigante y después quebrado Banco Espírito Santo, parece pasar por el fondo de inversión estadounidense Apollo. En caso de que el supervisor portugués tampoco lograse ganarse a los norteamericanos, la pelota quedaría sobre el tercero en el podio del primer corte de adjudicación, la también china Fosun.

Novo Banco ha exhibido este mismo lunes sus cuentas de balance del primer semestre del año. Hasta el mes de junio, la entidad creada en agosto de 2014 con los activos sanos del Espírito Santo acumuló pérdidas por 252 millones de euros. Unas cuentas que podrían estar, según algunos analistas, bajo nuevas condiciones que los asiáticos podrían haber puesto sobre la mesa y que Lisboa no habría estado dispuesta a asumir para deshacer la nacionalización vía rescate de la entidad.

El Gobierno luso aprobó un préstamo de 3.900 millones de euros para la creación de la entidad con el objetivo de salvar los ahorros de sus depositantes. Una abultada suma que aportó poco después de haber superado su propio rescate internacional y que, según anunció hace ahora un año, pretende recuperar a lo largo del próximo ejercicio.

De momento, las negociaciones iniciadas el pasado 19 de agosto se cierran dos semanas después sin el resultado esperado. La agonía por poner fin al estrepitoso descalabro del emporio familiar Grupo Espírito Santo se prolonga, pues la venta de Novo Banco era el primer paso de un procedimiento más complejo. En este sentido, se mantiene la vieja marca de la entidad que acumula los activos tóxicos del grupo y cuya colocación se las promete más dificultosa.

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