El Banco de España, que presiona a Cajasur para que acepte la propuesta de fusión con Unicaja, descarta sin embargo por el momento sancionar a la caja controlada por la Iglesia y “se mantiene a la espera” de acontecimientos, tal y como han señalado a EL BOLETÍN fuentes próximas a la institución dirigida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
De acuerdo con la Ley de Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito, el BdE podría revocar la autorización de Cajasur, amonestar públicamente a la caja e incluso inhabilitar hasta diez años a sus directivos y consejeros para ejercer cargos de administración en cualquier entidad si no cumple los requerimientos del ente regulador y no se fusiona con Unicaja. Sin embargo, estas fuentes señalan que esos extremos están sólo para los “casos más extremos”.
Ambas entidades podrían tener esta tarde la última oportunidad para llegar a un acuerdo de fusión, después de que la caja controlada por la Iglesia se echase atrás la semana pasada alegando unos “costes sociales inasumibles”. Los representantes de Unicaja y Cajasur se encontrarán en el consejo de administración del Banco Europeo de Finanzas (BEF) que se celebra esta tarde en Málaga, y al que asistirán todas las cajas de la autonomía.
El presidente de Unicaja, Braulio Medel, ha ya señalado que espera poder cerrar hoy el acuerdo de fusión entre Unicaja y Cajasur, aunque ha avisado de que la “urgencia” no debe llevar a “equivocar el camino” hacia un proyecto “con seriedad y solvencia”. El BdE celebrará el próximo día 10 de diciembre una comisión ejecutiva en la que la institución pretende tener sobre la mesa un acuerdo de fusión.
“Ahora no podemos hablar”. Esta ha sido la única respuesta que fuentes de Cajasur, que inmediatamente colgaron el teléfono, han dado a este medio.