En concreto, representantes del Ejecutivo republicano consideran que el coste de este pago podría cubrirse con los ingresos derivados de la extracción de recursos naturales como tierras raras, cobre, oro, uranio y petróleo presentes en el territorio.
Washington busca, además, convencer a la población local asegurándoles que Dinamarca los ha abandonado y que un futuro bajo la bandera de EEUU sería más próspero.
Estados Unidos confía en que los recursos naturales de Groenlandia cubran el costo de los pagos anuales y afiancen su control sobre la isla
Washington apuesta por recursos naturales para financiar la anexión
Según The New York Times, el plan estadounidense contempla reemplazar los actuales subsidios de aproximadamente 600 millones de dólares que Dinamarca destina a Groenlandia por los mencionados pagos individuales.
Cada groenlandés, alrededor de 56.000 personas, recibiría así 10.000 dólares anuales, un monto que pretende ser no solo un incentivo económico, sino también un instrumento de persuasión política.
Esta oferta, inédita en la diplomacia moderna, pone de relieve la importancia estratégica que Groenlandia tiene para EEUU en el actual tablero geopolítico internacional.
La fijación de Trump con Groenlandia y las tensiones diplomáticas
Groenlandia es la isla más grande del mundo que no es un continente, con cerca del 80 % de su superficie cubierta por hielo o nieve. Aunque fue una colonia danesa hasta 1953, en la actualidad es un territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca.
En un discurso pronunciado ante el Congreso, Donald Trump insistió en la necesidad de adquirir Groenlandia por motivos de seguridad nacional e internacional, afirmando: «Necesitamos a Groenlandia y estamos trabajando con todo el mundo implicado para conseguirlo». Sin embargo, las autoridades locales han reiterado que la isla no está en venta ni desea cambiar su estatus actual.
La creciente polémica alcanzó un nuevo nivel en marzo cuando el vicepresidente de EEUU, JD Vance, visitó la base espacial estadounidense en Groenlandia acompañado de su esposa, Usha Vance. La ausencia de una invitación oficial por parte de las autoridades groenlandesas limitó su visita exclusivamente a la instalación militar.
La comandante de la base espacial estadounidense en Groenlandia fue destituida por oponerse públicamente a la política de anexión de Trump
Crisis militar tras la visita de JD Vance
La visita de Vance desencadenó una crisis interna en la base estadounidense. La coronel Susannah Meyers, comandante de la instalación, fue destituida después de que trascendiera una carta en la que se distanciaba públicamente de la postura oficial de Washington respecto a Groenlandia.
Según informó la Fuerza Espacial de EEUU, Meyers fue relevada de su cargo por «pérdida de confianza en su capacidad de liderar», en un gesto que revela las profundas divisiones internas que está generando la estrategia de Trump para intentar incorporar Groenlandia a su territorio.
