En 2019, entre los Estados miembros de la UE, el menor número de divorcios en relación con la población se registró en Malta e Irlanda (0,7 divorcios por cada 1 000 personas), seguidos de Eslovenia (1,2), Italia (1,4) y Croacia (1,5). Por el contrario, las tasas de divorcio más elevadas se registraron en Letonia, Lituania y Luxemburgo (todos ellos con 3,1 divorcios por cada 1.000 personas), Chipre (2,6) y Suecia (2,5).
España se sitúa ligeramente por encima de la media en divorcios, con una tasa de 1,8 por cada 1.000 personas. En cuanto a los matrimonios, se sitúa por debajo, con una tasa de 3,5 por cada 1.000.