Así lo pone de manifiesto un estudio de Recurrent Auto, compañía especializada en hacer un seguimiento de la batería de los vehículos eléctricos, que muestra cómo afecta la congelación a muchos de los coches más populares. En este sentido, destaca que el Volkswagen ID.4 lo pasa mal cuando los termómetros bajan a menos cero.
De acuerdo a los datos publicados por esta empresa, la pérdida de autonomía del Volkswagen llega al 46%. En segundo lugar, el Chevrolet Bolt, donde cae un 42%. Tras él se sitúan el Hyundai Kona, el Ford Mustang Mach-E y el Nissan Leaf (2015). Las autonomías de estos tres coches bajan con el frío un 34%.
A continuación están los Tesla. El Model S pierde un 28%, y el Model Y, Model 3 y el Model X, un 24%, respectivamente. Entre medias, la Ford F-150 Lightning, con una pérdida del 26%
En el lado contrario, los modelos menos afectados son el Nissan Leaf (en este caso el Plus 2019), con una reducción del 23% en su autonomía, y el Audi e-Tron, con el 16%.