Este instrumento permitirá mejorar el monitoreo de la actividad sísmica generada por la erupción del volcán, que lleva ya más de un mes activo, mediante la transformación de uno de los cables de fibra óptica del ORM, de aproximadamente 8 kilómetros de largo, en una red sísmica de miles de sensores que detectan el movimiento del terreno.
Se ha desarrollado e instalado un dispositivo sobre cables de fibra óptica del Observatorio del Roque de los Muchachos para crear una red sísmica de miles de sensores que detectan movimientos del terreno asociados al volcán de La Palma
“Los datos adquiridos con este instrumento complementarán los obtenidos por las redes sísmicas de sismógrafos convencionales actualmente en funcionamiento en La Palma. Además, debido al gran número de sensores –uno por cada 10 metros de cable– que proporciona el DAS, será posible llevar a cabo estudios que son difíciles utilizando sismógrafos convencionales, como, por ejemplo, determinar la localización del tremor volcánico y su cambio en el tiempo”, explica el investigador del ICM-CSIC Antonio Villaseñor, quien ha coordinado la instalación del interrogador.
Aplicaciones imprevistas
Villaseñor añade que la instalación de este instrumento en La Palma “supone el uso de forma innovadora de dos grandes infraestructuras científicas (ORM y RedIRIS) para dar respuesta a necesidades de la sociedad con aplicaciones para las que no estaban originalmente diseñadas”.
Estos dispositivos DAS emiten pulsos de luz láser a través de la fibra óptica y miden las pequeñas fracciones de señal reflejadas en las imperfecciones microscópicas del interior del cable, que varían, por ejemplo, por las vibraciones del suelo
Los dispositivos DAS emiten pulsos de luz láser a través de la fibra óptica y miden las pequeñas fracciones de señal reflejadas en las imperfecciones microscópicas del interior del cable. Estas se convierten en puntos de referencia que varían de posición como consecuencia de factores externos como, por ejemplo, las vibraciones del suelo. Así, un solo cable conectado a un único dispositivo de medida se puede convertir en una red de miles de sensores.
Aunque es aún una tecnología emergente, el estudio de la sismología mediante la fibra óptica ha avanzado mucho en los últimos años y se ha empleado con éxito en varias ocasiones. Por ejemplo, en 2018, estos equipos DAS instalados en el área metropolitana de Pasadena (California) detectaron, a más de 9.000 kilómetros del epicentro, un terremoto ocurrido en las Islas Fiji.