El fenónemo adolescente, Justin Bieber, vuelve a estar en el centro de la polémica al escupir desde el balcón de su hotel a las fans que se arremolinaban justo debajo y que según ‘Daily Mail’ parecían encantadas.
Y parece ser que no es la primera vez que utiliza la saliba como medio de humillación. El joven superventas aparte de a sus propias fans, a quien debe su éxito, ha compartido sus escupitajos con un DJ que creía que le echaba una foto sin permiso. Mismo método que utilizó con un vecino cansado de que el chaval condujera su Ferrari a altas velocidades. Y con el refresco de una mujer en un gimnasio.
También en un ejemplo más de sus ganas de compartir sus líquidos corporales, que debe de considerar dignos del resto de los humanos, orinó en el agua del cubo de la fregona en un bar de Nueva York.
Además algo que hace dudar de la inteligencia del chico o de la impunidad de la que se cree acreedor muchas de sus fechorías es que las graba en vídeo junto a sus amigos riéndose de la gracieta de turno.
