Desde una petición de matrimonio, pasando por la temperatura máxima que se alcanzará durante el torneo o si se agotará el champán o las fresas en el catering oficial del evento, hasta si se obligará a cambiarse de ropa a un jugador por inadecuada.
Si el apostante no entiende demasiado de tenis, también tiene alternativas para jugarse el dinero en algunas apuestas excéntricas sobre Wimbledon 2013. Por ejemplo, si un jugador será obligado a cambiarse de ropa al no cumplir con las reglas de vestimenta, la rentabilidad se sitúa en dos a uno. La normas de vestimenta son estrictas, al tener que jugar de riguroso blanco, algunos tenistas en el pasado como Andrea Agassi tuvieron que adaptarse a dicha norma.
También si se pierde un día completo de juego (no incluye la pista central), las apuestas están nueve a uno. Algo que tampoco sería tan anormal contando en que el torneo se disputa en Inglaterra y aunque sea en verano las posibilidades de lluvia son altas.
Un jugador será amonestado por exceso de gruñidos en la pista está nueve a uno. Los más escandalosos serán penalizados, aunque desde que se fue de las pistas John McEnroe, hace ya unos cuantos años, las probabilidades de que esto pase se han reducido mucho.
Se alcanzará una temperatura de 100º farenheit (unos 38 grados centígrados) o más en Wimbledon durante las dos semanas se paga 26 a uno, menos probable que la apuesta sobre lluvia, pero más rentable. Una ola de calor repentina podría hacer que los apostantes pudieran encender el aire acondicionado sin preocuparse por el gasto.
Para los más preocupados por la alimentación: si el catering oficial del evento se quedará sin champán o fresas se pagaría 34 a uno. La baja probabilidad que le otorgan los apostantes a está posibilidad hace pensar que la organización se ha abastecido bien de los dos producto.
Y por último pero no menos curiosa, si el jugador británico Andy Murray ganará Wimbledon y le propondrá matrimonio a Kim en el discurso como ganador se paga 51 a uno. La falta de confianza en que ocurra está petición no está muy claro si es porque no se cree que Murray pueda ganar el torneo o porque no se fíen de las ganas de casarse del tenista.
