La propuesta presentada por la dirección de RTVE para iniciar la negociación del próximo convenio colectivo es, según la visión de UGT, una declaración de guerra en toda regla.
Este sindicato se une así, con un durísimo comunicado oficial, a la tendencia mayoritaria entre los representantes de los trabajadores del ente público, expresada antes por CCOO y Alternativa-Apli, las otras dos grandes centrales de la casa, que han mostrado su rechazo frontal a esta postura inicial de la dirección de la compañía. Para UGT, además, esta propuesta «rompe cualquier tipo de puente y deja sin retorno la paz social en RTVE».
El sindicato socialista enumera los agravios minuciosamente. Un listado que incluye, entre otras cosas, la eliminación de las pagas de marzo y septiembre o la reducción del 50 % de las ayudas sociales.
En UGT creen que la dirección no tiene ni siquiera un plan de viabilidad, porque, en su opinión, los actuales gestores han llegado para desmantelar la televisión pública y se están dedicando a ello.
Además, habría decisiones que bordan la provocación como la de mantener a más de 50 directivos externos que cuestan seis millones de euros al año. O el expolio que supone aparcar la producción propia y gastar el poco dinero disponible en adquirir programas elaborados por productoras privadas.