La pugna entre los partidarios de Soraya y Cospedal en RTVE sube de tono

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La pugna entre los partidarios de Soraya y Cospedal en RTVE sube de tono

La decisión salomónica adoptada por Rajoy para resolver las diferencias que el control de RTVE había suscitado entre la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no parece haber bastado para evitar que los partidarios de ambas mantengan su pulso en RTVE.

El presidente del Gobierno optó por nombrar presidente de la corporación a Leopoldo González Echenique, ‘Polo’ como le conocen en la casa, un abogado del estado de la cuerda de Soraya y por entregar la dirección de TVE a Ignacio Corrales, un hombre cercano a Cospedal y que, según las malas lenguas, tiene muy buenas relaciones con las productoras.

Pero no ha sido suficiente. Algunas decisiones de ‘Polo’ no han gustado nada a los ‘camisas viejas’ de RTVE, según se les conoce en los pasillos de la casa que se encuentran más cerca de la presidenta de Castilla La Mancha y están dispuestos a pactar con quien haga falta para sacarle de la presidencia.

Con UGT, por ejemplo. O eso indican recientes rumores que se cuentan ‘sotto voce’ en Prado del Rey y otras localizaciones. Historias para no dormir en las que se narra, sin aportar pruebas, una supuesta reunión entre Manuel Esteve, un consejero a propuesta del PP destituido en junio, y los responsables del sindicato para pactar prebendas a cambio de ‘paz social’ en el futuro, cuando ‘Polo’ se vea obligado a dimitir.

A pesar de no estar en el Consejo de Administración, según algunas fuentes, el verdadero ‘comisario político’ de la institución sería Ramón Moreno, un portavoz popular en la comisión parlamentaria que controla el ente y que, según se dice, frecuenta Prado del Rey y acude con cierta frecuencia a comer con ‘Polo’.

Aunque quizá ahora, los intereses de Cospedal y los de los ‘camisas viejas’ no coincidan tanto como al principio. Pero la supuesta falta de un verdadero control de los informativos del ente, incluso de los de RNE, que para los sectores progresistas de la casa se ha convertido casi en la emisora del ‘Tea Party’ español, acerca a unos y otros en una especie de culebrón en el que las posturas empiezan a definirse.  

 

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