Los productores de Cine de Francia y Alemania quieren frenar los planes de creación de un ‘mercado audiovisual único’ que impulsa Bruselas, con su nueva directiva para el sector. Creen que los planes de la Comisión sólo servirán para asegurar el predominio de Hollywood en las pantallas del Viejo Continente y destruir las industrias locales.
La controversia parte de la idea de Bruselas de eliminar en su directiva, conocida de momento como Propuesta para el Cine y la Comunicación, el elemento de autonomía territorial vigente para las ayudas públicas que recibe el sector. Es decir, que la UE querría homogeneizar estas subvenciones en los 27 países del club. Pero por abajo, por supuesto.
Como respuesta a lo que consideran un ‘nuevo atentado contra la cultura europea’, las dos principales federaciones de productores de Francia y Alemania se han reunido esta semana en Berlín para fijar una posición conjunta y unas líneas de resistencia claras frente a lo que consideran una declaración de guerra en toda regla.
Sobre todo, porque Bruselas habría enviado a las patronales el borrador de la directiva hace seis semanas, sin establecer consultas previas, ni haber efectuado, según la versión de los profesionales de la industria, una previsión del impacto negativo, en términos económicos, que pueden suponer sus propuestas para el cine europeo. Una industria a la que deberían proteger.
Según varias publicaciones especializadas, los productores de Francia y Alemania han tenido posteriormente algunas reuniones informales en Bruselas con miembros de la Comisión a quienes habrían hecho saber su desacuerdo con estas futuras medidas que, por otra parte, no abordan tampoco el problema de la competencia fiscal existente en el sector que provoca la concentración de los rodajes en los países con unos impuestos más favorables.