Una vez concedida, el cliente tendrá acceso al dinero para utilizarlo cuando lo requiera, bien su totalidad o solo una parte. Una de sus principales ventajas es que únicamente tendrá que devolver el importe gastado y los correspondientes intereses sobre esa cantidad. Es decir que, en caso de no utilizarlo, no tendrá que asumir ningún pago de intereses.
Un ejemplo: imaginemos que tenemos contratada una póliza de crédito con un límite de 40.000 euros y solamente hemos retirado la mitad. A la hora de devolver el dinero, solo pagaremos los intereses correspondientes por 20.000 euros, no por el total.
Así, son diferentes de los préstamos personales, que son cantidades de dinero que la entidad concede al cliente y que éste debe devolver en su totalidad junto con los correspondientes intereses en un plazo determinado de tiempo, tanto si utiliza este dinero como si no.
Lo habitual es que las pólizas de crédito se contraten con un año de vencimiento, tras el cual el cliente puede optar por renovarla o no. Algunas entidades también ofrecen flexibilidad para que el cliente decida si devuelve la cantidad de una sola vez en una fecha posterior concreta o si la devuelve en pequeñas cuotas mensuales.
Para contratar una línea de crédito online o de forma presencial, la entidad primer estudiará el perfil del solicitante, tanto se trate de una empresa, un autónomo o un particular. Es un procedimiento habitual para asegurar la viabilidad de la operación. Así, la entidad exigirá cierta documentación, que en algunos casos puede llegar a ser exigente. Una vez aprobada la solicitud, el plazo de tiempo para poder disponer de la póliza de crédito suele ser relativamente corto.
No obstante, el cliente también debe tener en cuenta algunas cuestiones para elegir la mejor línea de crédito para su negocio. Entre ellas, la seguridad y confianza, sobre todo si se trata de alguna entidad online. Es preciso que cuente con herramientas avanzadas de encriptación de datos para asegurar tu privacidad.
También que sea flexible, para que permita retrasar rápidamente los pagos, ampliar la cantidad solicitada o pagar con alteración siempre que se desee. Y transparente, para conocer desde el primer momento cuál es la cantidad para pagar y poder comparar los intereses con otras entidades.
Del mismo modo, hay que tener en cuenta que los principales costes que conlleva la póliza de crédito son en forma de comisiones (de apertura, de revisión anual, de disponibilidad y por saldo excedido), al igual que existen otros gastos relacionados con la contratación y, el importe de los mismos depende de la entidad bancaria con la que se contrate.