Cifuentes amenaza con “abandonar” la comisión de corrupción por el “linchamiento” que sufre el PP

María Espinosa y César Zafra se han situado en el punto de mira de Cristina Cifuentes. La diputada de Podemos y el parlamentario de Ciudadanos han sido objeto de críticas por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid por su actitud en la comisión de corrupción de la Asamblea de Madrid. Y es que, según la dirigente popular, su partido está sufriendo un “linchamiento” provocado por la oposición en este órgano de trabajo.

“Nosotros estamos completamente a favor de que las cosas se investiguen, pero una cosa es investigar y otra cosa es el insulto sistemático a cualquier persona por el hecho de militar o ser cargo del PP”, ha censurado Cifuentes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. De hecho, la presidenta madrileña ha afirmado que su grupo está planteándose “abandonar” la comisión de corrupción.

La actitud de Espinosa como portavoz de Podemos en el órgano de trabajo ha indignado a la conservadora. Y algo parecido está sucediendo con Zafra que, según Cifuentes, está teniendo un “comportamiento cuestionable” en la comisión de investigación. Al mismo tiempo, la presidenta del PP de Madrid ha tildado de “insólito” que los trabajos de esta comisión vayan a ampliarse un año más.

“Quiero reiterar que esto es un hecho insólito, no se conoce precedente alguno en ningún parlamento nacional ni autonómico en el cual una comisión de investigación haya estado investigando durante dos años un asunto, y ahora tres”, ha lamentado. Algo que Cifuentes ha vuelto a criticar ante los micrófonos de Onda Cero: “Lo que quiera la oposición es hacer política del pasado porque no les importa ni el presente ni el futuro de los madrileños”.

La máxima responsable de la Comunidad de Madrid ha afirmado que este “linchamiento” no se puede tolerar por la honorabilidad de su partido y “por la de tantos militantes y cargos públicos del PP cuyo honor se pone de manera permanente en entredicho”. Por ello, Cifuentes ha recalcado que la comisión se ha convertido “de linchamiento del adversario político, donde el insulto, la descalificación permanente, la absoluta falta de respeto no solo contraviene la mínima cortesía parlamentaria sino que propicia que se digan cosas que de decirse fuera de sede parlamentaria serían objeto de querellas”.

Acceda a la versión completa del contenido