La cadena estatal CCTV informó que «a partir del 12 de abril de 2025 se revisarán las tarifas adicionales sobre las mercancías importadas desde Estados Unidos. La tasa arancelaria se revisará al alza, del 84% al 125%«. Esta subida de 41 puntos representa un paso más en la estrategia de Pekín de responder a las medidas proteccionistas estadounidenses.
La decisión se enmarca en la dinámica de aranceles recíprocos que ha caracterizado la relación comercial entre ambos países desde la Administración de Donald Trump. En su momento, EEUU impuso un arancel adicional del 34% a los productos chinos, complementario al 10% vigente desde el 4 de febrero y otro 10% aplicado a partir del 4 de marzo, acumulando un gravamen total del 54%.
China elevará sus aranceles del 84% al 125% en respuesta directa a las políticas comerciales de Estados Unidos
La escalada arancelaria entre China y EEUU
La respuesta china no tardó en llegar y provocó una sucesión de aumentos arancelarios por parte de Washington. El Gobierno estadounidense elevó primero la tasa hasta el 104%, luego al 125% y, finalmente, al 145%, en un proceso de escalada que afectó gravemente a los flujos comerciales entre ambas economías.
Por su parte, EEUU anunció que mantendrá una tasa universal del 10% para los productos importados del resto del mundo, al menos durante 90 días a partir del 9 de abril de 2025. Sin embargo, ciertos sectores estratégicos, como el acero, el aluminio, los coches y las autopartes, serán gravados con un 25%.
La subida de aranceles de China puede afectar a las cadenas de suministro y agravar la incertidumbre económica global.
Impacto global y perspectivas
La nueva medida de China podría tener repercusiones más allá de las fronteras bilaterales, afectando las cadenas de suministro y aumentando la volatilidad en los mercados internacionales. Los analistas advierten que la prolongación de la guerra comercial podría lastrar el crecimiento económico mundial en un momento de recuperación frágil.