Y en esa “miradera” desde que fueron avistadas las carabelas del Gran Almirante, hemos llegado a nuestros días con el defecto visual y estructural de copiar todo lo malo y evadir lo bueno o razonable.
Algo he recorrido el mundo en tiempos de paz y guerras. En ningún sitio por desarrollado o atrasado que estuviese, una actividad productiva o de servicios se interrumpe por inventario o cambio de turno. En Cuba ocurre todo lo contrario. Hasta en un cuerpo de guardia hospitalario, un cambio de turno puede resultar letal porque en la entrega al relevo no puede faltar ni una jeringuilla.
De modo y manera, ahora que estamos nuevamente en un proceso de correcciones de errores y disparates denominado “distorsiones” sería de sumo beneficio realizar inventarios fuera del horario laboral y que un cambio de turno sea para mejorar y no seguir en las mismas…