En concreto, su propuesta consiste en una reducción del consumo de la electricidad del 10% y que ese ahorro sea de al menos un 5% en horas punta, según informa la agencia Bloomberg.
Además de ese ahorro en electricidad, el Ejecutivo también propondrá limitar los ingresos de las compañías eléctricas, estableciendo un tope en el mercado eléctrico de 180 euros el megavatio hora para la generación de origen renovable y nuclear.
La tercera medida que prepara Bruselas sería un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de compañías de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón y sector de la refinería), de al menos un 33% de sus beneficios extraordinarios. Gravará aquellos beneficios ante4 de impuestos del año fiscal 2022 que superen en un 20% a los registrados de media en los tres años anteriores.
Los planes de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, aún deben ser ultimados y aprobados por los Estados miembros, y existen profundas divisiones sobre cómo abordar la crisis. La idea más controvertida, la de limitar el precio del gas ruso importado, se ha pospuesto. Pero los precios del gas ya están bajando, al menos en parte gracias a la acción europea.