La Comisión Europea ha elevado la previsión de déficit público de Francia para este año hasta el 3% del PIB, el límite de estabilidad que fija Bruselas. La decisión del ejecutivo europeo se conoce pocos días después de que Emmanuel Macron ganara las elecciones francesas y dos días después de que Jean-Claude Juncker advirtiera que “con Francia, tenemos un problema particular: los franceses gastan demasiado dinero y gastan demasiado en las partidas equivocadas”.
Sin embargo, el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, negó, durante la exposición de las previsiones de primavera de Bruselas, que se estuviera mandando un mensaje de presión sobre Macron para que emprenda un plan de recorte del gasto y apuntó que “vamos a darle una oportunidad”, según recoge la prensa francesa.
Además, explicó que el pronóstico de déficit para este año, que se incrementaría hasta el 3,2% en 2018, se ha hecho en un escenario sin reformas, por lo que “con un mínimo esfuerzo” podría aliviarse.
Respecto al crecimiento de la economía, Bruselas estima que avanzará un 1,4% en 2017.