El acuerdo, que ha sido presentado hoy por el presidente de EEUU, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, establece además que los Estados miembro de la UE trabajarán para garantizar la demanda de 50.000 millones de metros cúbicos de GNL estadounidense hasta al menos 2030.
Actualmente, los compradores europeos compiten con los países asiáticos por el limitado suministro mundial de cargamentos de GNL, según recoge la agencia Bloomberg. La cuestión es crítica, ya que Rusia es el mayor proveedor de gas natural de la UE, con más del 40% de las importaciones. La UE también depende de este país para la mayor parte de sus importaciones de carbón y petróleo.
Sin embargo, el pacto es poco detallado, y EEUU no ha aclarado todavía a qué países abastecerá, cuándo lo hará o a qué precio, lo que sugiere que aún no se han establecido acuerdos definitivos con los proveedores.
En un comunicado, Bruselas destaca que trabajará con los Estados miembro y los operadores del mercado para “agrupar la demanda a través de una plataforma de energía de la UE recientemente creada para volúmenes adicionales entre abril y octubre de 2022”. La fórmula de precios “deberá incluir la consideración del precio al contado del gas natural Henry Hub y otros factores estabilizadores”.
Los objetivos principales del grupo de trabajo conjunto -que estará presidido por un representante de la Casa Blanca y otro de la Comisión Europea- serán diversificar los suministros de GNL en consonancia con los esfuerzos para combatir el cambio climático y reducir la demanda de gas natural.
Según una hoja informativa de la Casa Blanca, “trabajará para garantizar la seguridad energética de Ucrania y la UE de cara al próximo invierno y al siguiente, al tiempo que apoyará el objetivo de la UE de acabar con su dependencia de los combustibles fósiles rusos”.
El bloque de los 27 pretende sustituir este año casi dos tercios de sus importaciones totales de gas de Rusia, que ascendieron a 155.000 millones de metros cúbicos el año pasado, después de que la guerra del Presidente Vladimir Putin obligara a replantear la estrategia energética del bloque.
No obstante, las importaciones adicionales de EEUU tardarán en comenzar, ya que Europa se ve limitada por la actual capacidad de regasificación, el número de terminales y los interconectores.
En 2021, las entregas transatlánticas de GNL se situaron en el entorno de los 22.000 millones de metros cúbicos. En enero de 2022, se situaban en 4.400 millones de metros cúbicos.