Para Ursula von der Leyen, que hoy ha visitado Lisboa y Madrid, las capitales de los dos países cuyos planes ya han sido evaluados, se trata de un avance muy significativo en Europa: “Este plan transformará profundamente la economía española, la hará más ecológica, más digital y más resistente. Hemos respaldado este plan porque es ambicioso, tiene visión de futuro y ayudará a construir un futuro mejor para los españoles. La fuerte apropiación nacional del plan es un buen augurio para su exitosa implementación».
El plan presenta seis pilares fundamentales y varias reformas de calado, alguna todavía por concretar como la laboral y la de las pensiones, que aun tienen que negociarse con los agentes sociales, decisión que apoya plenamente Bruselas. El plan prevé que el 40% vaya destinado al Pacto Verde y el 28% a la digitalización. Se prevén numerosas medidas en el ámbito económico, empresarial, social, educativo y buscan, a petición de Bruselas, una modernización a fondo de la economía española para hacerla más competitiva.
Esta es la primera vez en su historia que la Unión Europea (UE) presta dinero a sus socios sin exigir su devolución y además lo pide en los mercados internacionales. En los últimos días ya ha suscrito bonos a diez años por valor de 20.000 millones de euros con una demanda siete veces superior, lo que demuestra la confianza de los mercados en esta operación.
De acuerdo con el reglamento europeo el plan exige que se cumpla con lo previsto en el plan por medio de hitos y metas previstas y solo su consecución permitirá el desembolso de las cantidades previstas. En caso de duda sobre el cumplimiento de alguno de los aspectos del plan podrán retrasarse o incluso anularse esos pagos. España ha presentado 416 hitos que incluyen desde reformas legales hasta inversiones directas.
Reforma laboral y de pensiones
Lo más importante del plan, las reformas laboral y de las pensiones han quedado sin concretar porque todavía están negociándose en España, pero han recibido el apoyo de la Comisión. No se han avanzado datos sobre esas propuestas que la Europa exige como condición para abordar los grandes retos del futuro.
La Comisión prevé un impacto muy positivo del Plan en los datos macroeconómicos españoles en los próximos ejercicios, con subidas del PIB muy destacadas, aunque probablemente hasta finales de 2022 España no haya recuperado el nivel económico y de crecimiento anteriores a la pandemia. Hasta finales de ese año seguirá suspendida la obligación de los estados miembros de cumplir con el Pacto de Estabilidad que exige una deuda y un déficit limitados, y que actualmente están muy por encima de esas exigencias.