Así se desprende de un informe de CCOO con motivo del Día europeo de la igualdad salarial, que señala que la diferencia entre el salario medio de los hombres y el de las mujeres supera los 4.700 euros. En concreto, 4.721 euros, con datos de 2021. De esta manera, el sueldo medio de las mujeres tendría que aumentar un 20,9% para igualar el de los hombres.
La desigualdad entre mujeres y hombres se explica por la diferente distribución laboral y de composición del empleo de las mujeres. Según el citado sindicato, se insertan laboralmente con “peores condiciones” (contratos temporales, jornadas a tiempo parcial, falta de promoción, carreras profesionales cortas, penalización de las tareas de cuidados, de la maternidad…) y en “ocupaciones/sectores feminizados, de bajo valor añadido y de cuidados, con salarios bajos, lo que conlleva mayor desigualdad”.
Comparando los salarios más altos y los más bajos en 2020 se observa que un tercio (el 33,1%) de los hombres ingresaron 2.295 euros o más frente al 26% de las mujeres en los tramos más altos de los sectores mejores retribuidos. Por su parte, en los sectores menos retribuidos el porcentaje es de un 38,8% de las mujeres con un salario inferior a 1.336 euro frente al 21% son hombres. Esto indica “que las mujeres tenemos que apostar por permisos retribuidos porque lo contrario provoca una clara afectación sobre la brecha y limita la promoción y el desarrollo de las carreras profesionales”, afirma la secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de trabajo de CCOO, Carolina Vidal.
En su opinión, “necesitamos impulsar las carreras profesionales de las mujeres y revertir que el prototipo de persona pobre: una mujer mayor, que cobra una pensión precaria o mínima, después de haber estado gran parte de su vida trabajando probablemente en los cuidados y por ende en la economía sumergida, pero que ha aportado a esta sociedad un trabajo que no somos capaces de cuantificar”.
Las mujeres, detalla el informe, suponen el 75% de la población asalariada a jornada parcial (donde predomina la involuntariedad), pero solo el 41,5% de la población asalariada a jornada completa. “La mitad de las mujeres que trabajan a jornada parcial”, apunta, “lo hace ante la imposibilidad de encontrar trabajo a jornada completa, y entre el resto de los motivos aducidos para trabajar a jornada parcial predominan el cuidado de personas (menores, enfermas, incapacitadas o mayores) u otras obligaciones familiares o personales”.
Además, las mujeres soportan una mayor tasa de temporalidad (23,6%) que los hombres (18,8%).