Más de dos tercios del total, unos 3.800 empleos se suprimirán en Alemania. Bosch, proveedor del sector automotor que afronta una crisis, prevé entonces suprimir más puestos de los que se conocía hasta el momento.
Según la empresa, la reducción se realizará de la forma más socialmente aceptable posible. Se seguirá aplicando el acuerdo concluido a mediados de 2023, que excluye los despidos obligatorios en la división de proveedores del sector automotor en Alemania hasta finales de 2027, y en algunos casos incluso hasta finales de 2029.
Unos 72.000 de los aproximadamente 134.000 trabajadores de Bosch en Alemania integraban esta división a finales de 2023.
La división Cross Domain Computing Solutions de Bosch, responsable del desarrollo de sistemas de asistencia y conducción automatizada, es la más afectada por los planes actuales. Hasta finales de 2027, se suprimirán 3.500 puestos de trabajo de esta división en todo el mundo, aproximadamente la mitad de ellos en Alemania.
Según el Comité de Empresa, los centros en cuestión son Leonberg, Abstatt, Renningen y Schwieberdingen, en Baden-Württemberg, y Hildesheim, en Baja Sajonia.
Además, en la planta de Hildesheim, donde Bosch fabrica productos para la electromovilidad, se suprimirán unos 750 puestos de trabajo hasta 2032, la mayoría de ellos (600) hasta finales de 2026.
También hay planes de ahorro para la división que produce sistemas de dirección para coches y camiones. En la planta de Schwäbisch Gmünd se suprimirán hasta 1.300 puestos de trabajo entre 2027 y 2030, más de un tercio de la plantilla.
Bosch, proveedor del sector automotor, justifica sus planes de reducción de costes con la crisis de la industria automotriz. «La producción mundial de vehículos se estancará este año en torno a los 93 millones de unidades, si no desciende ligeramente en comparación con el año anterior», anunció Bosch.
La empresa considera que para el próximo año se espera, como mucho, una ligera recuperación. Argumenta que hay un considerable exceso de capacidad en la industria y que se ha intensificado la presión de la competencia y de los precios.
Según Bosch, por ejemplo, los fabricantes llaman a revisión muchas menos piezas para los coches eléctricos, lo que provoca un exceso de personal en la planta de Hildesheim.
Además, el mercado de la tecnología del futuro se está desarrollando de forma diferente a la esperada por Bosch. Básicamente, los sistemas de asistencia al conductor y las soluciones para la conducción automatizada no tienen tanta demanda como se había previsto. Muchos proyectos de este tipo están siendo aplazados o abandonados por el grupo tecnológico alemán.