Bendito ese farmacéutico italiano

Desde el Malecón

Bendito ese farmacéutico italiano

“Sé que en Cuba la están pasando muy mal. Firme aquí, que todo esto va de gratis”.

Atorvastatina y Metformina
Atorvastatina y Metformina

Conmueve hasta en las profundidades del sentimiento humano cuando, en un mundo cada vez más egoísta, alguien rompe las reglas para tender una ayuda a un necesitado que ni conoce.

Son verdaderos santos o santas que el Vaticano no aprueba si en su haber no hay plenamente justificados cuatro o cinco milagros.

Francisco Martínez es un anciano cubano de 72 años de edad en lucha diaria por la supervivencia. Dígase la insuficiente pensión en época de súper inflación que incluye hasta la de veterano de guerra para un total de poco más de 3,000 pesos, unos casi nueve euros en el mercado informal.

No hay parte de su cuerpo, órganos incluidos, que no tenga un padecimiento necesitado de medicamentos, algunos de vida o muerte que no siempre o casi siempre no los puede encontrar en farmacia alguna en la isla. Atorvastatina y Metformina para no ir muy lejos.

Ante la premura y la imposibilidad de un mensajero que viajara a La Habana, un amigo desde España se comunicó con un paisano residente en Italia que preparaba maletas para su regreso a Cuba.

Javier, que es su nombre, acudió sin demora a una farmacia en Roma y al hacer el pedido el farmacéutico le dijo categórico que no, que ello llevaba un procedimiento de receta médica de un facultativo autorizado, que le era imposible vendérselas.

Entonces, al notar que era un latino quien tenía por delante, le preguntó para qué las quería. “Son para un amigo en Cuba”, fue la respuesta. Y la contra respuesta, sorpresiva, no se hizo esperar: “Sé que en Cuba la están pasando muy mal. Firme aquí, que todo esto va de gratis”.

Enhorabuena para ese anónimo y bondadoso farmacéutico italiano. Se ha ganado un amigo en Cuba que ya por sí era devoto de Adriano Celentano y Toto Cutugno, además de haber soñado un par de veces con la Claudia Cardinale.

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