El BOCM, en su edición de hoy, da cuenta de la “Ley 2/2022, de 1 de marzo, de reconocimiento de la universidad privada Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología (UDIT)”. Así, admite a la ESNE Estudios Superiores Internacionales (SLU) como universidad privada con la denominación de UDIT y da cuenta de su estructura, el plazo de funcionamiento y sus centros, entre otros detalles.
Tal y como ha detallado el Ejecutivo regional, este nuevo centro universitario impartirá ocho grados (Diseño y Desarrollo de Videojuegos, Diseño Multimedia y Gráfico, Diseño de Interiores, Diseño de Moda, Diseño de Producto, Diseño Sostenible, Innovación, Empresa y Economía Digital y Cine de Animación). Asimismo, contará con ocho másteres (Máster Universitario en Moda; Tecnologías Aplicadas y Negocios Digitales, en Experiencia de Usuario para el Diseño de Productos y Servicios Digitales, en Creación de Videojuegos, en Gestión Integral de Marca, en Análisis y Gestión de Datos, en Fotografía y Arte Digital, en Diseño de Bolsos, Calzado y Accesorios de Moda y en Realidad Virtual y Aumentada).
Además, en un plazo de cinco años desde su creación, se calcula que cada año podrá ofrecer más de 900 nuevas plazas en grados y más de 600 en másteres.
Las críticas se han sucedido estas semanas al respecto. “Los datos hablan por sí solos. En apenas tres años se han creado cinco nuevas universidades privadas en Madrid”, han denunciado desde CCOO Madrid. Y es que, hay más de una docena de universidades privadas en la región “frente a sólo seis públicas”, criticó la secretaria general de la Federación de Enseñanza del sindicato, Isabel Galvín, a raíz del Proyecto de Ley para la creación de la UDIT) aprobado por el Consejo de Gobierno de la Comunidad.
Para Comisiones la apuesta del Ejecutivo de Ayuso por este nuevo centro “responde únicamente a un entramado de intereses económicos que nada tienen que ver con la defensa de un modelo público de universidad de calidad o de la mejora del espacio madrileño de educación superior”.
Para Galvín “basta con ver las distintas dimensiones del actual Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología, ESNE, con menos de 2.000 estudiantes y una escasa plantilla de profesorado, para darse cuenta que la UDIT no tiene la entidad para ser una universidad de calidad”. “La enseñanza superior no puede plantearse como una oportunidad de negocio, sino como un derecho del conjunto de la sociedad que debe ser atendido por las universidades públicas”, defendió la dirigente sindical.