El primer ministro de Australia, Scott Morrison
El jefe de la oficina australiana del Tesoro, Josh Frydenberg, ha asegurado este domingo que los trabajadores extranjeros que hayan perdido su trabajo en la crisis del coronavirus deberán volver a su país.
«Si no hay trabajo para ellos, pueden volver a su país de origen, es una opción», ha sostenido Frydenberg en la cadena ABC al ser preguntado por si el Gobierno extenderá el programa de subsidios a estos trabajadores.
El jefe del Tesoro australiano ha precisado que el Gobierno ha gastado un total de 320.000 millones de dólares australianos (más de 185 millones de euros) en mantener los contratos laborales y a los trabajadores sin empleo, algo que fue un «golpe significativo para el erario público». «La línea tiene que ser dibujada en algún lugar», ha añadido.
El representante gubernamental no ha precisado cómo podrán volver los trabajadores extranjeros a sus respectivos países. Sin embargo, ha destacado que habrá un aumento significativo del desempleo y una reducción en la tasa de crecimiento del país a causa de la pandemia del coronavirus.
«Habrá un gran agujero en la economía global, no hay duda sobre eso», ha sostenido Frydenberg. Hasta el momento, en Australia hay 6.300 casos confirmados de coronavirus y el número de muertes se sitúa en 59, según la prensa local.
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