La asociación considera que las prioridades a la hora de diseñar la moneda digital «han de pasar por la accesibilidad, la privacidad y la seguridad».
Asufin recuerda que ya en enero de este año trasladó al BCE el mensaje de que el euro digital «no puede convertirse en una inversión, sino en un medio de pago, tal y como es ahora mismo el dinero en efectivo».
Además, la asociación considera «importante» que el BCE sea el único capaz de emitir o destruir euros digitales con el objetivo de evitar que ningún intermediario pueda poner en riesgo la estabilidad de la moneda. «Todo ello, sin olvidar el riesgo de la exclusión financiera», añade.
Asufin anunció recientemente que se integraba en la Asociación del Euro Digital (DEA), dedicada a monitoriza el ecosistema de monedas
digitales y que centra sus trabajos en el futuro euro digital.