Durante la primera mitad del año, el precio medio de la electricidad para consumo de las familias se situó en 21,3 euros por 100 kWh en el conjunto de la Unión Europea, un ligero descenso respecto al mismo período de 2019 (21,6 euros por 100 kWh).
Así lo reflejan al menos las últimas cifras publicadas por Eurostat, que muestran además que los impuestos y gravámenes representaban el 40% de las facturas de la luz cobradas a los hogares en el primer semestre de 2020.
Expresados en euros, los precios medios de la electricidad doméstica en el primer semestre de 2020 fueron más bajos en Bulgaria (10,0 euros por 100 kWh), Hungría (10,3 euros) y Estonia (12,4 euros). Por el contrario, las facturas más altas se cobran en Alemania (30,4 euros), Dinamarca (28,3 euros) y Bélgica (27,9 euros). España se encuentra asimismo en la parte alta de la tabla, con unos precios para las familias de 22,39 euros por 100 kWh.