Las tensiones comerciales impulsadas por el proteccionismo de la Casa Blanca podrían volverse en contra de Estados Unidos. Así lo ha asegurado Ana Botín, presidenta del Banco Santander, en una entrevista concedida a la cadena CNBC. Según la directiva, los aranceles impuestos por el Gobierno estadounidense funcionan como un impuesto directo al consumidor, provocando incertidumbre económica y desincentivando el consumo y la inversión empresarial.
EEUU, más vulnerable que Europa ante sus propias medidas
Botín ha sido clara: “Los aranceles son un impuesto a los consumidores”. Esta advertencia pone el foco en el posible efecto boomerang de las políticas proteccionistas estadounidenses, que, según la banquera, podrían tener un mayor impacto en la economía de EEUU que en la europea, al menos en el corto plazo.
«En términos relativos, en el corto plazo, Europa se verá menos afectada que Estados Unidos», ha afirmado
Este escenario de incertidumbre, añade, provoca que los consumidores pospongan decisiones de compra, mientras que las empresas detienen sus inversiones a la espera de conocer el alcance real de las restricciones comerciales.
Políticas monetarias: entre la desaceleración y la inflación
La presidenta del Santander también ha comentado sobre la posible evolución de la política monetaria. A su juicio, el contexto económico plantea señales contradictorias: por un lado, la desaceleración de la actividad sugiere una bajada de tipos, pero por otro, la inflación sigue ejerciendo presión en sentido contrario.
“Hay argumentos para que las tasas bajen, aunque probablemente no tan rápido”, ha concluido Botín
Estas declaraciones llegan en un momento clave para los mercados, que miran con atención tanto a la política comercial de EEUU como a las decisiones que tomen los bancos centrales en los próximos meses.