Las cifras de ocupación en el turismo rural llegarán al 80% en agosto, superando así los datos del pasado verano. Y es que, se espera que la situación crezca en comparación con 2023. En este sentido, la ocupación media de los alojamientos rurales en España quedará ligeramente por encima del 60%, dos puntos más que en agosto del año pasado, según EscapadaRural.com.
“Aunque el turismo rural se practica durante todo el año, agosto es el mes que registra mayores ocupaciones de los alojamientos rurales”, afirma Judith Monmany, responsable de comunicación de la plataforma digital especializada en turismo rural con cerca de 19.000 alojamientos rurales registrados.
Esta situación pone de manifiesto que el turismo rural “es una opción más dentro del abanico de posibilidades para disfrutar de las vacaciones y que aspectos como descubrir el entorno más próximo, la autenticidad de los pueblos, la proximidad del destino o la cercanía con la naturaleza atraen a un gran número de viajeros”.
Cuatro provincias se sitúan a la cabeza como las más atractivas para los turistas. Asturias, Cádiz, Pontevedra y Córdoba encabezan el ranking con una mayor ocupación de los alojamientos rurales con datos por encima del 70% y de hasta el 80%.
A estas tres, les siguen otras 16 provincias que registran datos de ocupación superiores al 60% como Barcelona, A Coruña, Málaga, Almería, Girona, Navarra, Huesca, Cantabria o Guipúzcoa con ocupaciones de entre el 65% y el 69%.
Por comunidades, el dato de ocupación más alto lo tenemos en Asturias (80%), seguido de Navarra, Cataluña y Andalucía (65%), Galicia y Cantabria (64%).
Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón también atraen el interés de aquellas personas que eligen el turismo rural para pasar sus vacaciones en un destino de interior.
“Las temperaturas son un factor que tenemos en cuenta al elegir el destino vacacional y, analizando los datos de ocupación en turismo rural, vemos que los niveles más altos se concentran principalmente en las regiones norte del país”, destaca Monmany. Esta zona del país, “además de ofrecer un atractivo cultural, patrimonial, natural y gastronómico excepcional, sirven de refugio climático”.