«Una noche de insoportable violencia contra símbolos de la República: cabildos, escuelas y comisarías incendiadas o asaltadas. 150 arrestos. Apoyo para los policías, gendarmes y bomberos que dan la cara con valentía. Vergüenza para los que no llamaron a la calma», tuiteó el ministro del Interior galo, Gérarad Darmanin.
Anoche se informó de al menos 77 detenidos.
El martes por la mañana la policía francesa abatió a un adolescente de 17 años, Nahel M., que se negó a detener su coche a petición de agentes en Nanterre, a las afueras de París.
Un vídeo del episodio que trascendió a las redes sociales desmintió la versión policial, de que el conductor se había enfrentado a los agentes.
El incidente provocó disturbios en varias localidades del país, las autoridades francesas instaron a los ciudadanos a «calmarse» y exigieron una investigación justa del caso.
El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó lo ocurrido de «inexplicable e inexcusable» y agregó que «nada justifica la muerte del joven». Mientras la primera ministra Elisabeth Borne dijo que la policía actuó «fuera de sus competencias».