Abandonar la casa de los padres es una decisión importante para los jóvenes que a menudo se ve afectada por temas sociales, como si tienen una relación de pareja o están estudiando, y sobre todo económicos, dependiendo de las condiciones del mercado laboral y de la asequibilidad de la vivienda. Según datos de Eurostat, los jóvenes europeos abandonan la casa de sus padres a una edad media de 26,2 años, aunque los datos difieren mucho de un país a otro.
Así, por ejemplo, croatas y eslovacos son los que más tardan en abandonar el nido, a unas edades medias de 31,8 y 30,9 años, respectivamente, de acuerdo con la agencia estadística. Les siguen Italia (30,1 años), Bulgaria (30,0 años), Malta (29,9 años), España (29,5 años), Portugal (29,0 años) y Grecia (28,9 años).
Por el contrario, en Suecia (17,8 años), Luxemburgo (20,1 años) y Dinamarca (21,1 años) el salto es mucho más pronto.