«Nadie gana en una guerra arancelaria», ha advertido Albares, en un desayuno informativo de Europa Press en el que ha reivindicado que la posición española es «muy clara» y pasa por defender la libertad de comercio, «buena» para ciudadanos y empresas.
En este sentido, y aunque ha apuntado que corresponde a cada país tomar sus propias decisiones soberanas, ha advertido de posibles efectos inflacionarios de medidas como las que ha lanzado Trump y que, como ha amenazado el propio magnate republicano, pueden terminar afectando a los productos europeos.
En el caso de la UE, ha añadido Albares, la «gran suerte» es la unidad de la construcción europea, cimentada en una política comercial común y que cuenta con herramientas para defenderse de una hipotética «agresión».
En relación a ésta y otras medidas de Trump, el jefe de la diplomacia española ha reconocido que no está «sorprendido», en la medida en que se trata de cuestiones que ya había adelantado y que incluso replican los ecos de su primer mandato.
Albares ha dicho en cualquier caso que no hay que pasar tanto tiempo evaluando qué medidas pueden adoptar otros gobiernos: «Lo importante es qué vamos a hacer nosotros». En este sentido, ha apelado a la unidad europea en torno a valores políticos, sociales y económicos.
«Estados Unidos es el aliado natural de la UE», ha apostillado Albares, que aún no ha tenido la oportunidad de verse con su homólogo Marco Rubio y con quien espera coincidir, a más tardar, en la próxima reunión ministerial de la OTAN.