En su declaración final, la COP28 llamó a los países a «triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial y duplicar la tasa media anual global del aumento de la eficiencia energética para 2030».
Según el documento, estos pasos deben contribuir a las necesarias «reducciones profundas, rápidas y sostenibles de las emisiones de gases de efecto invernadero» para mantener la temperatura global dentro del umbral de 1,5 grados Celsius.
Los participantes de la Conferencia también destacaron la importancia de acelerar los esfuerzos globales hacia los sistemas energéticos de las emisiones netas cero a través del uso de combustibles de bajas o nulas emisiones de carbono para mediados del siglo, así como rechazar gradualmente las subvenciones a los combustibles fósiles, entre otras acciones.