“Con perplejidad y rechazo, y en el mejor de los casos, indiferencia, han acogido los colegios públicos madrileños la carta del nuevo consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana, con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad”. Así lo destaca el sindicato, cuya secretaria general de la Federación de Enseñanza de Madrid, Isabel Galvín, ha afirmado que las actividades que propone se enmarcan en “un programa que destila el consabido españolismo rancio y simplón que defiende la derecha más ultra y conservadora, y que solo sirve a los intereses políticos” de Ayuso.
Así, entre lo que Viciana califica de “sugerencias” para celebrar “que el español nos une”, plantea a las direcciones de los colegios que inviten a los alumnos a hacer un “mapamundi del español” coloreando países y banderas, o a buscar por parejas estaciones de metro que lleven nombres relacionados con la hispanidad.
También se aboga por incluir en el servicio de comedor escolar menús con recetas gastronómicas de otros países. Esta sugerencia, apunta Galvín, ha molestado especialmente a los centros “habida cuenta de los errores y retrasos en la resolución de becas escolares y porque no contempla gratuidad de dichos menús”.
“Adoctrinamiento” y “falta de respeto”
“La celebración de la Hispanidad de Ayuso ni promueve el pensamiento crítico ni el pluralismo ni el conocimiento”, denuncia la dirigente de CCOO. “Es muy ideológica, sirve únicamente a sus intereses políticos y se posiciona, desde el punto de vista historiográfico, con la corriente más conservadora y tradicionalista. Es adoctrinamiento puro y duro”.
Además, Isabel Galvín recuerda que Viciana se ha saltado el procedimiento previsto para la Programación General Anual (PGA), que se aprueba a mediados de octubre por el Consejo Escolar para actualizar el Proyecto Educativo del centro.
“Resulta sorprendente que el consejero no haga mención a que hay que seguir este procedimiento, que debe contar con el apoyo de la comunidad educativa a través del Consejo Escolar, donde están representadas las familias, el profesorado y el equipo directivo. La carta carece también de sensibilidad y respeto a la democracia escolar”.