En paralelo, muy poca información oficial acerca de la andanada rusa prácticamente en todos los sectores estratégicos de la economía cubana y un claro indicio del camino que tomaremos.
Y como casi todo termina en la mesa del ciudadano común, el debate oscila, como metáfora, en si estaremos frente a una sopa china o esa otra rusa llamada salianka, con detractores de ambas. Son los que apuestan a nuestro tradicional ajiaco, un espeso caldo donde no faltan los vegetales, tubérculos y las carnes.