De acuerdo a los datos de la Oficina Estadística europea, España fue el país de la UE en el que más se ha moderado la inflación. Del 10,5% de agosto pasa ahora a un 9,3%. Una diferencia del 1,2%, lo que le sitúa a la cabeza en este sentido. También logró reducir su tasa Estonia. En este caso, un punto porcentual. Pese a ello, su inflación es bastante alta, del 24,2%. Algo menos se moderó la inflación de Eslovenia: del 11,5% de agosto al 10,6% de septiembre, nueve décimas menos.
En el grupo de países de la zona euro que han mejorado esta tasa están también Chipre (-0,6%) y Francia e Irlanda (-0,4%). Estos países tienen una inflación del 9%, 6,2% y 8,6%, respectivamente.
Frente a esto, en otros países la inflación se ha disparado notablemente. Así ocurre, por ejemplo, en Países Bajos donde, según el avance de Eurostat, el dato ha escalado hasta el 17,1%. En agosto era del 13,7%. En Alemania este incremento ha sido de más del 2%, ya que se ha elevado del 8,8% al 10,9%.
Por detrás, Austria, con una subida del 1,8% (del 9,2% de agosto al 11% de septiembre); Bélgica, donde se ha incrementado un 1,5% (del 10,5% al 12%); Lituania, con un aumento del 1,4% (del 21,1% al 22,5%); o Letonia, con un +1% (del 21,4% al 22,4%), entre otros.
Esta fuerte subida de precios añade más presión al Banco Central Europeo, que deberá seguir drenando liquidez del sistema para contener las tensiones inflacionistas. El mercado empieza a temer que la autoridad monetaria, en su próxima reunión, suba aún más los tipos de interés de lo que se espera.