De aquellas iniciales partidas de nacimiento, algunos nombres vinieron como anillo al dedo, pero otros como el de la planificación, organización, agricultura, economía y los 10 millones, no tuvieron la misma suerte. El tiempo se encargó de confirmarlo.
Apoyado en la sentencia de que una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero, en breve tendremos el resultado del sentir popular con ese choteo que acompaña al cubano desde remotos tiempos en las buenas y en las malas.
Con humor costumbrista, crítico o nostálgico será nombrado este 2022. Razones hay por los cuatro costados para que vuele la imaginación creadora de la gente común que puede superar con creces a la del escritor más ilustre o al político más imaginativo.
El manantial donde irán a beber los futuristas, unos con las mejores intenciones y otros con las peores, no podrá ser más socorrido que el día a día, la realidad cotidiana, los tantos acontecimientos vividos y las perspectivas oficiales para el venidero año en absolutamente todos los renglones.
De tal forma, mucho ojo en las redes sociales y oreja a los chistes o bromas de ocasión. Ahí estarán los nominados para el cercano 2022 que harán fila o cola hasta el examen público. Será un año muy difícil, con el bloqueo gringo a cuestas y el empeño de levantar una economía que precisa de mucha inteligencia, transparencia y realismo, además de no poco trabajo, facilidades y alicientes.
Las que alcancen mayor popularidad deben ser estudiadas como puntos de referencia con la mayor seriedad del mundo. Y sin risas.