Según el último informe del Departamento de Seguridad Nacional de España, los centros de emisión del cráter siguen activos, transcurridos 22 días del inicio del fenómeno que ya cubrió 525 hectáreas de lava.
En los últimos días, parte del cono del volcán se derrumbó y abrió nuevos caminos de lava por el norte, afectando una parte del municipio de Todoque, que no había sido arrasada por el río de lava principal.
Actualmente hay dos ramales en la colada norte, una en el sur que se unió a la principal; y otra en el norte que está siendo «objeto de especial vigilancia ante la posibilidad de que varíe su recorrido».
El material procedente del volcán provocó daños en 132 hectáreas de cultivo y 1.281 edificios, de acuerdo con la información que aporta diariamente el servicio europeo de observación terrestre Copernicus.
En el aire, la columna de cenizas alcanzó los 3.500 metros de altura este domingo, y en estos momentos no afecta ninguno de los aeropuertos de las Islas Canarias, que siguen operativos.
Pese a esta mejora de las condiciones meteorológicas, se espera que un giro del viento a componente oeste, este lunes, provoqué un desplazamiento de la nube de cenizas que «podría afectar la operatividad del aeropuerto de La Palma», según las autoridades.
La emisión de dióxido de azufre, a causa de la erupción, está en valores altos, pero estos no se acercan al umbral máximo de calidad del aire permitido.
También sigue elevada la sismicidad en la zona del volcán, con 214 terremotos detectados de viernes a domingo, según datos del Instituto Geográfico Nacional.