En unas declaraciones a la BBC, ha insistido en que los problemas de suministro son «globales», resultado, ha dicho, de los confinamientos y la «rápida» reapertura de las economías, y en que el Gobierno de Boris Johnson hace «todo lo que puede» para mitigarlos.
En este sentido, ha trasladado que la «inmigración pragmática controlada» podría ser parte de la solución a corto plazo, mientras que la crisis de distribución continúa afectando a varios sectores de la economía británica y las autoridades han movilizado al Ejército para facilitar las tareas de la distribución de la gasolina en las estaciones de servicio del país.
«Ya sea con visados a corto plazo, acelerar la capacidad para hacer pruebas a los conductores de vehículos pesados, por supuestos que deberíamos hacer todas esas cosas y estamos haciendo todas esas cosas, pero no podemos agitar una varita mágica y hacer que los desafíos de la cadena de suministro desaparezcan de la noche a la mañana», ha incidido.
Johnson también ha insistido en que los problemas de suministro son parte de una tendencia internacional y los ha achacado a que la economía global «está volviendo a la vida» tras los cierres impuestos por la pandemia de COVID-19. «De hecho, hay una carencia de conductores de camiones en todo el mundo», ha asegurado.