Los Ministerios de Sanidad y Educación anunciaban una reducción de la distancia de seguridad de 1,5 a 1,2 metros en la educación secundaria. Medida que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) rechaza: “Reclamamos que se mantenga la misma distancia del curso pasado porque da más seguridad frente a la pandemia, permite reducir las ratios de alumnado por clase y un incremento del número de docentes”, y dicen no conocer los criterios científicos que justifiquen la modificación.
La Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) respalda la postura del CSIF y añade que, no solo deberían mantenerse los ratios y el número de profesores contratados, sino que deberían multiplicarse los desdobles para “asegurar la presencialidad en todas las enseñanzas y compensar los déficits de aprendizaje producidos durante la pandemia”.
La propia ministra de Educación, Isabel Celaá, apoya esta última propuesta ya que ha solicitado a las Comunidades mantener los “refuerzos de profesorado durante el curso 2021-2022 con el fin de garantizar la calidad de la educación”.
Los responsables de Sanidad cuentan con que “sufriremos los efectos de la pandemia en el desarrollo de la actividad académica”, relatan desde ANPE, por lo que no entienden un relajo de las medidas. Hacen especial hincapié en el hecho de que, hasta la fecha, solamente se ha planificado la vacunación de profesores y no de todo el resto de la comunidad educativa, siendo el alumnado el grupo más numeroso.