La contribución fiscal de las antiguas cajas de ahorros ascendió a 5.004 millones de euros en 2019, según los datos publicados hoy por la CECA. El estudio tributario realizado por KPMG tiene en cuenta la suma de los impuestos soportados y los recaudados, tratándose de “la mayor cifra registrada a lo largo de los cuatro años que se viene realizando este informe”.
Los impuestos específicos a la actividad financiera son ya la primera partida del Sector y superan los 1.000 millones de euros. Además, los impuestos soportados, es decir, los que suponen un coste para las entidades, han ascendido en 2019 a 2.610 millones de euros, en los que la Seguridad Social a cargo de la empresa sigue siendo el concepto más significativo.
Cabe destacar la recaudación del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (IAJD) de las hipotecas, que asciende en el periodo a 302 millones de euros. Este incremento sustancial “se debe al cambio legislativo que se produjo a finales de 2018 en relación a la figura del sujeto pasivo de este impuesto en las escrituras públicas”.
De esta forma, en 2019, el tipo impositivo de las entidades adheridas a las antiguas cajas de ahorro ascendió al 43%, superando así el ratio en 5 puntos porcentuales al obtenido en 2018. También aumentó la tributación autonómica y municipal, concretamente un 103% con respecto al año anterior.
En relación con los tributos recaudados, la mayor cuantía vuelve a estar un año más relacionada con el empleo, ya que las retenciones a empleados a cuenta del IRPF suponen el 48% de estos impuestos, consiguiendo así una suma de 1.188 millones de euros.
Por último, “los importes recaudados por la Seguridad Socias a cargo de los empleados aumentaron un 2%, alcanzando así los 193 millones de euros”, tal y como recoge el informe elaborado por KPMG.