Señor vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Unidas Podemos, ayer se lució defendiendo homologar el insulto a la prensa y a los periodistas, aunque dijera no compartir algunos. Debería haber cuidado más la elección de sus enemigos porque Vicente Vallés es impecable y muy querido.
Que además presentara como incontrovertibles los hechos que le exculpan y ocultara los restantes tampoco es de recibo. Y que las ministras de Defensa, Margarita Robles, y de Exteriores, Arancha González Laya, le desautoricen tiene mal cariz. El que a hierro mata, veremos.