Monte dei Paschi solo tiene caja fuerte para aguantar hasta abril

Banca europea

Monte dei Paschi solo tiene caja fuerte para aguantar hasta abril

Monte dei Paschi

El caballero blanco que Monte Paschi espera desde hace meses sigue sin llegar mientras el Gobierno italiano se apresura a diseñar el plan de rescate del banco más antiguo del mundo. La historia del banco más antiguo del mundo podría estar cerca de su punto final. Si no llega el esperado caballero blanco que salve Monte dei Paschi di Siena o se orquesta a tiempo el plan de rescate público, el dinero en la caja fuerte de la varias veces centenaria entidad italiana podría agotarse tan pronto como este próximo mes de abril.
 
Hasta ahora, se daba por hecho que Monte dei Paschi contaba con fondos para afrontar sus compromisos de caja para los próximos once meses, sin embargo, fuentes familiarizadas con la situación más reciente del banco han dado la voz de alarma a Reuters. Una advertencia que llega justo después del fiasco de la ampliación de capital por 5.000 millones de euros con la que se pretendía devolver parte de la mucha salud financiera perdida por la entidad.
 
Mientras tanto, el tiempo juega en contra de la entidad fundada en el año 1472, pues el Banco Central Europeo (BCE) ha rechazado prórrogas para que el italiano presente su definitiva hoja de ruta hacia el reflote. En este sentido, el plan de salvamento debería estar listo para antes de fin de año pero el interés generado en el mercado tanto para la suscripción de acciones de nueva emisión como para el canje voluntario de ciertos títulos de deuda y créditos por acciones cotizadas ha sido más que escaso.
 
Hoy por hoy, la posición de liquidez de Monte dei Paschi se queda en los 10.600 millones de euros. El anuncio de estos números se ha traducido en nuevos descensos para una gráfica de cotización que ya se deja un 87% en lo que va de año y cuyo sostenimiento se ha fundado en una operación de agrupación de acciones similar a la que la nacionalizada española Bankia realizó en su día: 100 de sus antiguos títulos han pasado a conformar uno de los actuales.
 
Como respuesta de urgencia, el nuevo Ejecutivo italiano a cuyo frente está Paolo Gentiloni se ha apresurado a proponer una inyección de capital de 20.000 millones de euros con el fin de reforzar la entidad toscana y de otros bancos débiles del país. La propuesta ya ha recibido el visto bueno del Parlamento y del Senado, pues la medida elevaría la ratio de deuda del país transalpino al 134% de su PIB para 2017, dos puntos por encima del objetivo inicialmente señalado por Roma en confianza de la llegada de un caballero blanco que no termina de aterrizar.

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