Los despidos responden a la integración de BG Group, que la compañía adquirió por 61.600 millones. La industria petrolera sigue sumando despidos, después de destruir el año pasado unos 250.000 empleos por los bajos precios del ‘oro negro’. Después de que BP anunciara un recorte de plantilla de 3.000 trabajadores tras presentar sus cuentas, que se suman a los 4.000 despidos dados a conocer previamente, ahora es Shell la que informa de la destrucción de más empleo.
En este caso, la cifra de despidos de la petrolera de origen holandés llegará a los 10.000 empleados, y está motiva por la integración de la gasista BG Group. La operación de compra de la multinacional británica, cifrada en 61.600 millones de euros, se completará el próximo 15 de febrero, según ha desvelado el consejero delegado de la compañía, Ben van Beurden, durante la presentación de las cuentas financieras.
Royal Dutch Shell registró el año pasado un beneficio de 1.747 millones de euros, lo que supone un 87% menos que en el ejercicio anterior. Por su parte, la cifra de negocio entre enero y diciembre alcanzó los 245.185 millones de euros, un descenso del 36,9% respecto a 2014.
Sin embargo, en el cuarto trimestre, las ganancias de Shell se incrementaron un 57,8% interanual hasta los 846 millones de euros, y facturación alcanzó los 54.212 millones de euros.